Enrique Ponce ha sido el gran protagonista del segundo festejo de la Feria Jesús del Gran Poder que comenzó ayer lunes en Quito (Ecuador). El valenciano ha paseado las dos orejas y el rabo del segundo toro del festejo. Un rabo que no se concedía en Quito desde hacía veinte años, cuando lo paseó por última vez Sebastián Palomo Linares.Ese segundo toro, de escaso trapío, cantó desde el capote su buen pitón izquierdo. Por ese lado fundamentó Enrique Ponce una faena de signo creciente y largo metraje. A izquierdas hubo más ligazón en las series, con el valenciano relajado y corriendo la mano con gusto y temple. Fundamentales fueron los tiempos que dio al toro durante la faena para ir asentándolo y exprimiéndolo. El final del trasteo, con las ya clásicas ‘poncinas’, terminaron de enardecer al público quiteño. Ponce buscó un indulto alargando en exceso el trasteo, pero el toro, aunque noble, no terminó de ser tan completo como requiere este premio y el palco se mantuvo firme en su decisión de no concederlo. Tras una estocada entera paseó las dos orejas y el rabo mientras que el toro de Triana fue premiado con la vuelta al ruedo.
Ante el cuarto, al que cuajó un precioso saludo a la verónica, no pudo repetir triunfo el diestro valenciano, que dejó un. El toro comenzó embistiendo con más pujanza pero se fue desinflando a medida que fue transcurriendo la faena de muleta. Ponce lo intentó con tesón pero la faena se fue diluyendo.
El primero de Morante se frenó desde el capote y evidenciando una falta de raza alarmante. El de La Puebla no se complicó y se fue tras de la espada con celeridad.
Con el quinto, un toro protestón y desclasado al que le costó un mundo desplazarse, se vio a un Morante enfibrado y con ganas de agradar. Sin embargo, el animal se metía siempre por dentro cuando Morante le presentaba la muleta y el sevillano sólo pudo dejar algún natural de buen trazo dentro de un conjunto que no terminó de coger vuelo. Con la espada no estuvo fino y pinchó en varias ocasiones ante el enfado del público.
La mala suerte se cebó con el toricantano Curro Rodríguez en el toro de la ceremonia al partirse las dos manos durante la faena de muleta. Antes, capote en mano, dejó lances a la verónica de suave trazo y un entonado quite por chicuelinas. El toro, antes del desafortunado suceso, embistió con casta y buen son por el pitón derecho. Se atisbaron buenas maneras en Curro Rodríguez aunque a su muleta le faltó mando en ocasiones.
Volvió a dejar impronta de buen capotero Curro Rodríguez en el cuarto, tanto en las verónicas iníciales como en un quite posterior por delantales. El toro de Huagraguasi tuvo movilidad y exigió firmeza y mando, cualidades que aplicó Rodríguez por momentos. Cuando no lo hizo, el toro se violentó y los muletazos salieron más sucios. La faena tuvo muchos altibajos y fue rematada de una estocada desprendida que necesitó de varios golpes de descabello.
Quito (Ecuador), Hoy, martes 30 de noviembre de 2010. Tres cuartos de entrada. 2ª de Feria. Toros de Huagraguasi (1º, 4º, 5º y 6º) y Triana (2º y 3º), desiguales de hechuras y juego. Destacó el encastado 1º hasta que se lesionó y el noble 2º, premiado con la vuelta al ruedo. Enrique Ponce (Azul noche y oro), dos orejas y rabo y ovación. Morante de la Puebla (grana y oro), división y silencio tras aviso. Curro Rodríguez (Azul rey y oro), que tomaba la alternativa, palmas y silencio tras aviso. Incidencias: Curro Rodríguez tomó la alternativa con el toro "Cochambroso", de Triana, negro y marcado con nº 114.
