sábado, 14 de mayo de 2011

FANDIÑO TIENE EN UN PUÑO A LAS VENTAS

El torero vasco aprovechó la sustitución de Curro Díaz

Foto: Mundotoro

Con una gran plomada en las zapatilla y un trazo sumamente artístico, Iván Fandiño sigue conquistando el corazón de la afición de la plaza de Las Ventas de Madrid, donde el día de hoy plasmó una excelente faena al segundo toro de la corrida, el de mayor transmisión del encierro de El Montecillo.Y por ningún motivo quiso desaprovechar la sustitución que le había otorgado la empresa, en lugar de Curro Díaz, herido hace algunos días en Sevilla, y tras haber cortado una oreja de peso el pasado 2 de mayo en esta misma plaza madrileña.

El gesto de determinación de Fandiño nunca le abandonó el rostro y desde que se abrió de capa dejó entrever que lo suyo iba en serio. Las verónicas de buen acabado fueron el mejor prólogo de una faena maciza y artística, cuya arquitectura fue convenciendo palmo a palmo al público, que le jaleó los muletazos con fuerza.

Y así cuajó pases rematados por debajo de la pala del pitón, jugando la cintura y la muñeca con donaire y sintiendo lo que hacía. Vamos, que le dio mucha importancia a todo lo que hizo y eso siempre reviste una mayor redondez, sobre todo cuando se torea con sentimiento y verdad, pues en todos los cites -y los embroques, también- el torero vasco realizó todo con autenticidad y riesgo.

Unas ajustadísimas bernadinas con las que abrochó el trasteo fueron para dar más énfasis a su labor, y como mató de una contundente estocada le entregaron otra oreja, la segunda que corta en esta plaza en la presente temporada.

Cuando parecía que Iván Fandiño podía abrir la puerta grande, pues el quinto toro del encierro salió con muchas patas y transmisión de los toriles, la cosa se fue enfriando después del emocionante péndulo de comienzo de faena. El toro empezó a regatear las embestidas y a desarrollar cierto sentido, y aunque el torero estuvo firme, la faena decayó paulatinamente. No obstente, volvió a estar certero con la espada y recogió una cariñosa ovación en el tercio.

Si Fandiño había hecho el trasteo más redondo de la tarde con ese segundo ejemplar de la corrida, José Ignacio Uceda Leal estuvo a la altura de las circunstancias y se quedó a un tris de tumbarle una oreja al ejemplar que abrió plaza.

El espigado torero del barrio de Usera volvió a enseñar un toreo elegante y serio, dotado de fondo y forma, que gustó mucho al público. La faena fue breve, pero con excelentes pasajes, y pesó a la concurrencia que el de El Montecillo no hubiese tenido un punto más de fondo. De cualquier manera, Uceda se sintió torero y mató de una estocada de magnífica ejecución.

Entonces, la plaza se pintó de blanco, pero debajo de los paraguas quizá era difícil valorar si la petición era o no mayoritaria, y el juez de plaza no concedió la oreja que se solicitaba. El torero saludó una ovación en el tercio.

El cuarto toro de la función no fue fácil y Uceda debió abreviar, antes de que viniera la faena de Fandiño al quinto, y la actuación del joven Miguel Tendero con el sexto, otro toro con el que el albaceteño sólo pudo dejar un par de detalles de buena clase que supieron a poco, pues el tercero, el primer toro de su lote, fue muy deslucido y prácticamente se fue inédito.

Mañana se espera con ilusión la corrida de Núñez del Cuvillo con la que el mexicano Arturo Saldívar confirmará su alternativa de manos de Morante de la Puebla y ante el testimonio de Alejandro Talavante. Con esta actuación dará comienzo al participación de los toreros aztecas en la presente Feria de San Isidro.


Ficha
Madrid, España.- Plaza de Las Ventas de Madrid. Casi lleno en tarde lluviosa. Toros de El Montecillo, bien presentados, parejos de hechuras, hondos y serios, pero de escaso juego en su conjunto salvo 1o. y 2o. que tuvieron más transmisión. Pesos: 540, 526, 541, 592, 537 y 536 kilos. Uceda Leal (burdeos y oro), que sustituía a Leandro: Ovación tras petición y silencio. Iván Fandiño (azu rey y oro), que sustituía a Curro Díaz: Oreja y ovación. Miguel Tendero (lila y oro): Silencio en su lote.